Enfermedad de Sever: dolor de talón en jóvenes deportistas.

Ahora que los niños han vuelto al colegio y retomado las actividades deportivas, vamos a conocer una de las causas más frecuentes de dolor en el talón de nuestros jóvenes deportistas.


La enfermedad de Sever o apofisitis del calcáneo se caracteriza por un dolor en el talón de los niños, especialmente entre los 10 y 13 años, aunque también se produce en edades más tempranas, manifestándose sobre todo cuando se realizan actividades físicas ( andar, correr, saltar,..).

Se debe en que a estas edades los huesos que están en crecimiento pueden hacerlo de forma más rápida que otras estructuras como los tendones. En el caso de esta dolencia, el tendón de Aquiles se une al hueso del talón (calcáneo), muy cerca de la zona de crecimiento del hueso (cartílago de crecimiento) a la que se denomina apófisis calcánea.

La realización de determinadas actividades físicas en esta situación, provoca un estiramiento fuerte y repetido del tendón afectando al cartílago de crecimiento del hueso y provocando su inflamación y consiguiente dolor en la zona.

La evolución natural del proceso es que tienda a desaparecer una vez se equilibre el crecimiento del hueso con la del resto de estructuras. Si el dolor es de intensidad alta o persiste en el tiempo, será aconsejable acudir a un médico especialista.

Las recomendaciones que hace a los padres, el Comité de Medicina del Dolor de la Sociedad Americana de Anestesiología, para una correcta gestión del dolor en los jóvenes deportistas, las podemos resumir en los siguientes puntos:

a) Es mejor comenzar con una terapia denominada RICE: reposo, hielo, compresión y elevación. Pudiéndola acompañar, si es dolor es importante, con un antinflamatorio no esteroideo como la aspirina o el ibuprofeno.

b) Renunciar a administrar analgésicos más potentes pues podemos con ellos ocultar los síntomas de otras dolencias.

c) Preocuparnos porque los niños lleven el equipamiento correcto y que adquieran las técnicas de entremamiento adecuadas para la práctica de cada deporte, sin olvidar las fases de calentamiento y estiramiento de los grupos musculares en dependencia de su actividad.

d) Si pese a seguir estas recomendaciones, existe una persistencia o empeoramiento de las molestias, deberemos recurrir a la atención médica adecuada, no solo para mejorar el proceso, también para evitar la aparición de complicaciones con medidas preventivas como el estudio de la pisada, fisioterapia y otras.